¿Siente su intestino como zona de batalla? Para muchos la respuesta es, sí. En Estados Unidos, las encuestas han demostrado que más de la mitad de los adultos estadounidenses sufren de molestias intestinales y estomacales crónicas. Otros estudios muestran cifras similares en toda Asia, Rusia y Europa. Muchas personas pueden encontrar una solución parcial o completa de muchos problemas intestinales al cambiar la dieta y consumir probióticos y/o con suplementos de enzimas digestivas. Examinaremos los beneficios de cada uno.

Hace más de 2000 años, Hipócrates declaró: “Todas las enfermedade s comienzan en el intestino. No solo es importante entender la raíz del problema intestinal, sino también cómo los probióticos y las enzimas digestivas pueden ayudar a restaurar el equilibrio.

Causas principales de síntomas intestinales crónicos o intestino con fuga:

  • Sobrecrecimiento de bacterias intestinales dañinas 
  • Alergias alimenticias y sensibilidades alimenticias 
  • Insuficiencia de enzimas digestivas 

Algunas soluciones holísticas:

  • Cambios en la alimentación: Evite los alimentos quedetonan síntomas(lácteos, trigo, maíz  y soya son los más comunes)
  • Uso de la cepas específicas probióticos para aumentar la diversidad de bacterias intestinales
  • Enzimas digestivas suplementos que ayudan a la absorción de nutrientes

¿Por qué hay tantas personas que sufren de problemas gastrointestinales?

Las principales teorías de hoy proponen que la mayoría de los problemas digestivos son consecuencia de los cambios bruscos en el medio ambiente, los alimentos y la agricultura. Estos cambios, junto con los nuevos enfoques del procesamiento de alimentos, han afectado la composición de nuestra dieta, la cantidad de alimentos ingeridos y la calidad de los mismos, lo que nos predispone a padecer alergias e intolerancias alimentarias. La mayoría de los médicos estarán de acuerdo en que definitivamente estamos viendo más problemas que en generaciones pasadas. 

Los fabricantes de alimentos están usando más pesticidas, antibióticos, hormonas de crecimiento y otras innovaciones para mejorar el resultado del producto. Sin embargo, esto no está exento de tener consecuencias. Se cree que los humanos no han evolucionado a un ritmo lo suficientemente rápido como para seguir el ritmo de los cambios cada vez más rápidos en nuestros alimentos.

Además, el uso excesivo de antibióticos tanto en humanos como en animales, cuando no es necesario, y la excesiva dependencia de los reductores de ácido son factores contribuyentes que también pueden dañar la salud intestinal. 

Esto crea desequilibrios que llevan a la inflamación en el intestino y puede provocar o empeorar muchas enfermedades gastrointestinales diferentes. Algunos sugieren que debemos volver al estilo de alimentación de nuestros antepasados cazadores y recolectores. Este es un argumento común para aquellos que promueven la dieta paleolítica (paleolithic) o primaria.

En la última década, hemos aprendido mucho sobre la importancia de un sistema digestivo que funcione bien. Incluso se cree que las afecciones médicas como el reflujo ácido, el síndrome del intestino irritable (SII), la enfermedad de Crohn, la enfermedad celíaca y la colitis ulcerosa se deben a cambios en la nutrición y la microbiota intestinal.

Los estudios muestran que complementarse con probióticos no solo puede beneficiara nuestra microbiota, sino que también puede ayudar en enfermedades que no están tradicionalmente asociadas con la salud intestinal. 

Las enfermedades no intestinales que también pueden mejorar con el uso de probióticos:

  • Ansiedad y depresión
  • Alergias y enfermedades autoinmunes
  • Enfermedades cardíacas 
  • Hipertensión
  • Colesterol alto
  • Resistencia a la insulina, prediabetes y diabetes
  • Kidney disease
  • Obesidad y sobrepeso

Una historia sobre los probióticos

El uso de los alimentos fermentados y sus grandes beneficios han sido objeto de una larga reflexión en la comunidad científica. La humanidad ha consumido productos fermentados desde el año 10 000 a.C., y a veces se consumían por sus beneficios para la salud. 

Una de las primeras investigaciones sobre probióticos fue realizada por Elie Metchnikoff en 1905, cuando descubrió que la población búlgara que estudia había aumentado su longevidad debido a su uso de productos lácteos fermentados. El primer registro histórico de un probiótico aislado se dio en 1917, cuando Alfred Nissle aisló una cepa de bacteria E. coli que presentaba algunos beneficios protectores. Por otra parte, también se ha observado que los prebióticos, que son los alimentos que consumen nuestras bacterias intestinales, también son muy importantes para nuestra salud.

Como respuesta a su creciente popularidad, los probióticos como suplementos y el interés en la microbiota intestinal han sido ampliamente estudiados por la comunidad científica . Con este influjo de investigación, hoy día existen pruebas abrumadoras que demuestran que el uso de suplementos probióticos no solo puede afectar positivamente la salud del intestino, sino también la salud de todo el cuerpo.

Cómo ayudan los probióticos

Los problemas médicos subyacentes que los suplementos probióticos intentan tratar se conocen como “disbiosis.” La disbiosis es principalmente un estado en el que nuestros intestinos pierden la gran diversidad de las miles de cepas bacterianas que colonizan nuestros intestinos y nos mantienen sanos. 

Además, nuestra dieta de comida rápida y el envejecimiento también está afectando nuestro intestino. También se sabe que los bebés que nacen por cesárea y que no han sido amamantados tienen un intestino diferente al de los que nacen por vía vaginal y que son amamantados. 

Una vez que se pierde una especie bacteriana que es única en nuestro intestino, con frecuencia se pierde permanentemente o, en el mejor de los casos, puede tardar meses o años en recuperarse . No importa cuánto cambie uno su estilo de vida, es posible que no recuperen del todo la diversidad de sus bacterias intestinales sin el uso de suplementación de probióticos

Una vez que se eliminan los desencadenantes perjudiciales, los probióticos pueden ayudar a mejorar la salud del intestino al repoblar con bacterias buenas el intestino y restablecer el equilibrio en la comunidad intestinal.

Mientras que los probióticos pueden venderse como cepas individuales, muchas fórmulas disponibles contienen una combinación de varias cepas como las que se enumeran a continuación. La dosis recomendada frecuentemente oscila entre 5000 millones de unidades y 100 000 millones de unidades. Muchos comienzan con dosis bajas y aumentan a dosis más altas a medida que pasa el tiempo. Esto puede ser más natural para el sistema digestivo.

Las cepas bacterianas analizadas y utilizadas en los probióticos:

Cepas de levadura benéficas

Uso de suplementos de enzimas digestivas como alternativa a los probióticos 

Como se mencionó anteriormente, otra forma de combatir las intolerancias alimentarias es usar suplementos enzimáticos digestivos. La filosofía principal detrás del uso de suplementos enzimáticos digestivos es que descomponen los ingredientes de los alimentos que pueden no ser bien tolerados en sustancias más fáciles de digerir. El objetivo es ayudar a evitar los efectos secundarios comunes como los gases, la inflamación o la diarrea. Aunque evitar el efecto desencadenante de la comida es lo ideal, a veces, esto no siempre es posible.

Mientras que los probióticos tienen un beneficio más generalizado, como la restauración de las bacterias intestinales; el tratamiento de los problemas intestinales con enzimas digestivas tiene un alcance muy limitado en el aspecto terapeútico. El objetivo de la suplementación con enzimas digestivas es la descomposición de alimentos mal tolerados o mal digeridos. 

En la actualidad, el uso de enzimas digestivas no está tan respaldado médicamente como la suplementación probiótica, pero múltiples estudios han demostrado que ayuda a aliviar enfermedades gastrointestinales como el SII y la flatulencia debido a la mala tolerancia a los alimentos. 

Tal como está, alentaría la suplementación de enzimas digestivas a cualquier persona que todavía tenga dificultades con la molestia abdominal crónica, especialmente después de los ensayos de varios probióticos. También es común que uno tome un suplemento de probióticos como enzimas digestivas.

Las enzimas digestivas más comunes y sus usos

  • Enzimas lácteas (lactasa) – ayudan a quien es sensible a los lácteos. Descompone las moléculas de lactosa para prevenir los síntomas de intolerancia a la lactosa 
  • Las enzimas proteolíticas como la (bromelaína y la papaína) – ayudan a descomponer las proteínas 
  • Las enzimas de gluten – ayudan a descomponer el gluten
  • La lipasa: descompone las grasas, puede reducir las heces grasosas
  • Alfagalactosidasa: “Beano”, descompone los azúcares fermentables y reduce la hinchazón

La salud de los intestinos no se ajusta a todos por igual

Al buscar una solución a la pregunta “¿por qué tengo tantos problemas con la salud intestinal?” puede ser difícil de responder. El origen para muchos es probablemente multifactorial y no existe un enfoque de "una fórmula única para todos". El sistema intestinal es maravillosamente complejo. Al tratarse del microbioma, no hay ninguna otra parte del cuerpo que se aproxime a este nivel de complejidad, tal vez con la excepción del cerebro. 

El cuerpo humano tiene aproximadamente 25 000 genes diferentes que dictan toda su estructura. Sin embargo, actualmente sabemos de más de 3.3 millones de genes únicos que existen dentro de nuestro microbioma intestinal, lo cual es un testimonio del por qué hay mucho sobre el intestino que no se comprende del todo. A medida que pase el tiempo, estoy seguro de que seguiremos aprendiendo más sobre 

Referencias:

*Un agradecimiento especial a Austin Bowden, Licenciado en Ciencias, por ayudarme a realizar la investigación para este artículo.

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