El objetivo de los medicamentos para el dolor de cabeza no es el de identificar y eliminar su causa, sino simplemente aliviar los síntomas del dolor. También resulta muy interesante que los estudios clínicos hayan sugerido que en aproximadamente el 70 por ciento de los pacientes con cefaleas diarias crónicas, los dolores de cabeza son debidos a los medicamentos que se toman para tratar los dolores de cabeza. De hecho, cuando estas personas dejaron de tomar los medicamentos, sus dolores de cabeza se fueron. 

En un estudio más antiguo presentado en una edición de 1993 de Neurology, un 52 por ciento de los 200 pacientes que sufrían dolores de cabeza de rebote por analgésicos (que se producen cuando desaparece el efecto del medicamento contra el dolor) vieron mejoría después de suspender el uso de sus medicamentos. La mayoría de los pacientes del estudio estaban tomando aspirina o paracetamol (de 28 a 52 comprimidos a la semana); en cambio, el 40 por ciento de los pacientes estaban tomando una media de 28 comprimidos de codeína a la semana. Además de tener menos dolores de cabeza y de menor intensidad, los participantes del estudio también experimentaron mejoras en el bienestar general y el sueño, tenían más energía y estaban menos irritables y deprimidos. 

Aunque algunos dolores de cabeza pueden estar relacionados con una afección médica seria, la mayoría no son un motivo de alarma. Los dolores de cabeza pueden producirse por múltiples factores, pero la abrumadora mayoría son cefaleas tensionales o migrañas. Una forma rápida de diferenciar entre estos dos es prestar atención al tipo de dolor. Una cefalea tensional suele ser un dolor continuo, constante y sordo que comienza en la parte posterior de la cabeza o en la frente y se extiende por toda la cabeza, dando lugar a una sensación de presión que puede producir un tornillo aplicándose en el cráneo. En cambio, la jaqueca es un dolor de cabeza vascular que se caracteriza por un dolor agudo punzante o martilleante.

El alivio de los síntomas debe ser el objetivo principal de cualquier tratamiento, pero no debe causar más mal que bien. Es importante pensar en los síntomas como los informantes internos que nos alertan sobre problemas mayores. Cuando se silencia al informante, esto no significa necesariamente que se ha arreglado el problema mayor. Los síntomas nos proporcionan información valiosa para que podamos hacer cambios que conlleven una mejoría de la salud.

Las cefaleas tensionales pueden aliviarse usando técnicas de reducción del estrés o viendo a un quiropráctico o a un fisioterapeuta. En el caso de las migrañas, muchos estudios han demostrado que la alergia alimentaria puede ser un gran culpable. Además de identificar las alergias alimentarias, también hay varias vitaminas y hierbas que pueden ayudar a tratar las migrañas de forma natural, incluyendo la riboflavina, el magnesio y la petasita (Petasites hybridus).