¿Qué se entiende por vitamina D3?

La vitamina D3 se denomina la "vitamina del sol" porque la luz solar que penetra en nuestra piel transforma un compuesto (7-dehidrocolesterol) en la zona expuesta de la piel en vitamina D3. Esta forma de vitamina D también está disponible como suplemento dietético. De veinte a treinta minutos de exposición a la luz solar del mediodía, en una gran parte de la piel expuesta, pueden producir entre 10.000 y 20.000 UI de vitamina D3.

Una vez que la piel obtiene la vitamina D3 o esta se ingiere como suplemento, es transportada al hígado y convertida por una enzima en 25-hidroxivitamina D3 o 25-OH-D3. Esta forma de vitamina D3 es la que se mide en un análisis de sangre. La 25-OH-D3 se convierte en 1,25-OH2-D3 en lo riñones. Esta forma es la más potente y es unas diez veces más potente que la vitamina D3.  

Cuando se producen problemas en el hígado, incluido el problema hepático común que se da en las personas con diabetes de tipo 2 y/o con obesidad (hígado graso no alcohólico), se pueden reducir los niveles de 25-OH-D3 en la sangre, incluso si la ingesta de vitamina D3 es suficiente, debido a la alteración de la conversión de D3 por parte del hígado. Las enfermedades renales conducen a niveles bajos de 1,25-OH2-D3 y eso puede tener un efecto negativo en el metabolismo del calcio y en la salud de los huesos.

‌‌¿Cuáles son los beneficios que aporta la vitamina D3 a la salud en general?

La vitamina D3 tiene varios funciones importantes en el cuerpo. En general, se considera que es importante para el crecimiento y el desarrollo normal de los huesos y los dientes, así como para el sistema inmunológico. Pero los beneficios de la vitamina D3 van mucho más allá de estos aspectos básicos. En este sentido, los científicos han identificado cerca de 2.700 genes a los que los metabolitos de la vitamina D3 se unen y regulan, entre los que se encuentra el mayor número de genes que influyen en la función de los glóbulos blancos. 

‌‌¿Es común la deficiencia de vitamina D3? 

Numerosos estudios han demostrado que la deficiencia de vitamina D ocurre en todo el mundo. 

Se considera deficiencia de vitamina D3 cuando el nivel de 25-OH-D3 en sangre es inferior a 25 ng/ml. Lo normal se encuentra entre 30 a 50 ng/ml, pero la mayoría de los expertos en salud consideran que un nivel de sangre de 50 a 80 ng/ml es el rango objetivo para una salud óptima. 

Deficiencia de vitamina D3 en Estados Unidos

  • Se estima que el 70 % de la población tiene niveles insuficientes de vitamina D (niveles en sangre inferiores a 30 ng/ml)
  • Un 50 % de la población presenta una deficiencia de vitamina D (niveles en sangre inferiores a 25 ng/ml) 
  • El 60 % de los pacientes hospitalizados tienen una deficiencia de vitamina D.
  • Para un 76 % de las madres embarazadas, la deficiencia de vitamina D es grave.
  • Un 80 % de los pacientes de las residencias para cuidados de adultos mayores tienen deficiencia de vitamina D

‌‌¿Cuáles son los factores de riesgo de la deficiencia de vitamina D3?

  • Exposición insuficiente a la luz solar: nuestros cuerpos fueron diseñados para recibir la luz del sol. Actualmente, muchas personas pasan la mayor parte de los días encerradas en casa o se cubren con ropa o protector solar cuando salen al exterior.
  • Vivir en una latitud elevada: disminuye la exposición al sol.
  • Envejecimiento: a medida que envejecemos, la piel es menos sensible a la luz ultravioleta.
  • Piel más oscura: el pigmento de la piel, la melanina, reduce los efectos de los rayos ultravioleta en la piel, con lo que se reduce la formación de vitamina D. Cuanto más oscura es la piel, más riesgo hay de sufrir una carencia de vitamina D.
  • La obesidad, los problemas del hígado y la diabetes de tipo 2 disminuyen la conversión de D3 en 25-OH-D3 por el hígado;. 

Las fuentes dietéticas de vitamina D3 son insuficientes en la mayoría de las circunstancias para satisfacer las necesidades de D3. A la hora de mantener unos niveles adecuados de D3 en la sangre, la exposición al sol es muy variable. En la mayoría de los casos se requiere un suplemento. Si bien algunas personas pueden alcanzar un nivel óptimo con solo 600 UI al día (o 20 minutos de exposición diaria a la luz solar), otras pueden necesitar hasta 10.000 UI diarias. La mayoría de los expertos en salud están recomendando la administración de suplementos con una dosis de vitamina D3 del orden de 2.000 a 5.000 UI diarias. La única forma de determinar en qué punto puede caer una persona es mediante pruebas. Actualmente, muchos médicos verifican de forma rutinaria el estado de la vitamina D de sus pacientes.

‌‌‌‌Efectos de la vitamina D3 en las infecciones respiratorias causadas por virus

Varios meta-análisis han demostrado que los individuos que poseen niveles sanguíneos más altos de vitamina D3, así como la administración de suplementos de vitamina D3 se asocian con una tasa reducida de desarrollo de infecciones del tracto respiratorio debidas a virus.1-3 El mas reconocidos de estos estudios es una revisión que apareció en el British Medical Journal.2 Los investigadores evaluaron 25 ensayos aleatorios controlados que incluyeron 11.321 participantes, desde bebés hasta individuos de 95 años de edad. Los investigadores comprobaron que cuando los individuos con deficiencia de vitamina D recibían un suplemento diario o semanal de vitamina D, experimentaban un descenso del 70 % en la tasa de infecciones del tracto respiratorio. En las personas sin carencia de vitamina D, se observó una reducción del 25 % de las infecciones respiratorias tras la administración de suplementos. Resulta interesante que, en este estudio, las grandes dosis únicas (por ejemplo, las dosis en "bolo" superiores a 60.000 UI) en adultos NO fueron eficaces. Este hallazgo demuestra que es preferible la administración de suplementos diarios.

Dicho esto, en un estudio publicado en 2017 en el Journal of the American Geriatric Society se compararon una dosis baja frente a una dosis alta de vitamina D administrada en una única dosis mensual a sujetos de edad avanzada que vivían en una residencia de ancianos en un estudio de cuatro años.3 El grupo de dosis alta recibió 100.000 UI de D3 mensualmente (lo cual equivale a unas 3.300 UI diarias) mientras que el grupo de dosis baja tomó una media de 400 a 1.000 UI/día de D3 junto con una dosis mensual de placebo. Los resultados son significativos, sin embargo, teniendo en cuenta los resultados observados en otros estudios, la administración de suplementos diarios (por ejemplo, a 3.000 UI por día) puede haber producido resultados aún mejores que una dosis única mensual de 100.000 UI.

Actualmente, la función inmunitaria está siendo objeto de gran atención en la lucha contra las enfermedades virales. No sólo en nuestra vida personal, sino también en la investigación médica. En concreto, se están llevando a cabo muchas investigaciones interesantes.

‌‌‌‌La administración de suplementos de vitamina D como estrategia de salud pública

Recientemente, algunos gobiernos, entre ellos el del Reino Unido, se plantean distribuir suplementos de vitamina D como estrategia de salud pública para las personas con mayor riesgo de padecer infecciones virales de las vías respiratorias. El informe preliminar de un programa que se está realizando en las residencias de ancianos de la región de Andalucía (España) arrojó un descenso del 82 % en la mortalidad por infecciones de las vías respiratorias.

Conclusiones

Por suerte, esperar a que los gobiernos regalen el D3 puede no ser necesario dado lo asequible que es. La conclusión es que es fundamental conseguir que el nivel de vitamina D se eleve a la zona segura de al menos más de 34 ng/ml. Por lo general, esto requiere una dosis diaria de 2.000 a 5.000 UI de vitamina D3.

Referencias:

  1. Pham H, Rahman A, Majidi A, Waterhouse M, Neale RE. Acute Respiratory Tract Infection and 25-Hydroxyvitamin D Concentration: A Systematic Review and Meta-Analysis. Int J Environ Res Public Health. 2019;16(17):3020. Publicado el 21 de agosto de 2019. doi:10.3390/ijerph16173020
  2. Martineau Adrian R, Jolliffe David A, Hooper Richard L, Greenberg Lauren, Aloia John F, Bergman Peter et al. Vitamin D supplementation to prevent acute respiratory tract infections: systematic review and meta-analysis of individual participant data BMJ 2017; 356 :i6583
  3. Ginde AA, Blatchford P, Breese K, et al. High-Dose Monthly Vitamin D for Prevention of Acute Respiratory Infection in Older Long-Term Care Residents: A Randomized Clinical Trial. J Am Geriatr Soc. 2017;65(3):496–503. doi:10.1111/jgs.14679
  4. https://emerginnova.com/patterns-of-covid19-mortality-and-vitamin-d-an-indonesian-study/
  5. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33236114/