Es comprensible que la salud respiratoria sea una de las principales preocupaciones del mundo en este momento. Estamos en un momento histórico particular en el que el cuidado de la salud pulmonar no solo concierne a las personas con enfermedades pulmonares crónicas. Después de todo, tener unos pulmones sanos es una prioridad para cualquiera que desee gozar de salud y bienestar general.

La mala salud respiratoria plantea una seria preocupación ya que podría predisponer a los enfermos a enfermedades respiratorias como la gripe. Las enfermedades que contribuyen a la mala salud respiratoria, como las enfermedades pulmonares obstructivas crónicas (EPOC) y la fibrosis quística, podrían tener un gran efecto en la salud y el bienestar general. Además, estas enfermedades se han relacionado con otras enfermedades debilitantes como las cardiovasculares.

El cuidado de la salud de los pulmones no solo resulta beneficioso, sino necesario. La vitamina A,la vitamina C,el ginseng rojo y los cordyceps cordyceps podrían ayudar a mejorar la salud de los pulmones.

‌‌Vitamina A, salud pulmonar y alvéolos

Cuando muchas personas piensan en la vitamina A, enseguida piensan en la salud ocular. Aunque la vitamina A podría aportar enormes beneficios para la salud ocular, también resulta útil para mejorar la salud pulmonar.

La vitamina A es una vitamina que pertenece a una clase específica llamada vitaminas liposolubles. Las vitaminas solubles en grasa, entre las que también se encuentran las vitaminas D, E y K, se absorben en el tracto gastrointestinal y se almacenan en los tejidos grasos y en el hígado.

Dado que la vitamina A es una vitamina liposoluble y se almacena en el tejido graso, esto significa que no se excreta fácilmente del organismo, y tomar cantidades excesivas de vitamina A podría ser tóxico para el cuerpo.

La vitamina A podría ser fundamental para la salud pulmonar. Las investigaciones indican que la vitamina A podría ser fundamental para el desarrollo de pulmones y alvéolos sanos, que son unos sacos de aire diminutos situados en los pulmones que participan en el intercambio de gases, en los primeros años de vida, así como para mantener la estructura celular y la integridad de los pulmones a lo largo de la vida.

Las investigaciones revelan que la deficiencia de vitamina A podría relacionarse con la displasia broncopulmonar, un grave trastorno pulmonar en el que los pulmones no se desarrollan normalmente, lo que suele afectar a los bebés prematuros. Además, los estudios indican que incluso una deficiencia moderada de vitamina A podría dar lugar no solo a un mayor riesgo de infecciones respiratorias, sino también a infecciones respiratorias recurrentes.

Por lo general, la deficiencia de vitamina A se presenta con menos de 15 microgramos/decilitro (mcg/dL) o menos de 0,52 micromoles/litro (μmol/L), dependiendo del laboratorio en el que se realice la prueba. Los rangos normales son de 15-60 mcg/dL o de 0.52 a 2.09 μmol/L. Los Institutos Nacionales de Salud (NIH) recomiendan 900 mcg de vitamina A diarios para los hombres y 700 mcg diarios para las mujeres.

La vitamina A está presente en alimentos como el melón, pero para garantizar la biodisponibilidad y la capacidad de su cuerpo para absorber y utilizar una vitamina o un mineral específico, también puede obtenerla a través de superalimentos de alta calidad o suplementos de vitamina A.

‌‌La vitamina C podría ayudar a la función pulmonar 

La vitamina C ha recibido un poco de atención en los últimos meses debido a sus potentes capacidades antioxidantes, pero la vitamina C también podría ayudar a la salud pulmonar.

La vitamina C pertenece a una clase distinta de vitaminas que la vitamina A, ya que es soluble en agua, no en grasa, en la naturaleza. Esto quiere decir que la vitamina C no se almacena en cantidades apreciables en el organismo y cualquier exceso de ingesta de vitamina C se expulsa fácilmente. Esto también significa que podría haber menos riesgo de toxicidad que con una vitamina liposoluble.

Las investigaciones indican que la vitamina C podría ser un gran apoyo para la función pulmonar. Una ingesta baja de vitamina C se ha relacionado con la disminución de la función pulmonar tanto en niños como en niñas. Por el contrario, una mayor ingesta de vitamina C se ha relacionado con una mejor función pulmonar. Las investigaciones también sugieren que una ingesta baja de vitamina C, junto con el tabaquismo, podría provocar EPOC más adelante.

Los estudios indican que una ingesta adecuada de vitamina C no solo podría ayudar a reducir el número de resfriados que se pueden contraer durante el año, sino que también podría acortar el tiempo de los mismos y, en tres ensayos controlados, ayudó a prevenir la neumonía.

Aunque la falta de vitamina C suele identificarse en las poblaciones de riesgo, como las personas sin hogar, los hombres y mujeres de edad avanzada y las personas con problemas psiquiátricos, las investigaciones indican que es posible que se subestime la ingesta insuficiente de vitamina C en la población en general.

Unos niveles inferiores a 2,5 miligramos por litro (mg/L) podrían indicar una deficiencia de vitamina C. Los Institutos Nacionales de Salud recomiendan un mínimo diario de 90 mg para los hombres y 75 mg para las mujeres.

VLa vitamina C está presente en alimentos como los cítricos, pero si se tiene dificultad para obtener suficiente vitamina C, la vitamina C liposomal podría ser una opción. La vitamina C liposomal ingresa con facilidad al torrente sanguíneo y podría tener menos efectos secundarios gastrointestinales como calambres o heces sueltas que la vitamina C tradicional.

Aunque la vitamina C liposomal presenta una mayor biodisponibilidad y podría ser más suave para el intestino, la vitamina C convencional podría ser una gran opción para aumentar la ingesta de vitamina C.

‌‌‌‌Ginseng rojo y refuerzo inmunológico

El ginseng rojo es un producto botánico que se ha venido utilizando como medicina en la antigua medicina asiática, especialmente en las culturas de Corea, China y Japón, durante al menos mil años.

Aunque tradicionalmente el ginseng rojo se ha utilizado en estas culturas para la infertilidad masculina, la disfunción eréctil y para mejorar la longevidad sexual, las investigaciones comienzan a indicar que también podría ser una hierba eficaz para el apoyo pulmonar.

Si bien las investigaciones indican que las vitaminas A y C podrían ser ingredientes importantes para el desarrollo y funcionamiento sanos de los pulmones a lo largo de la vida, también indican que el poder del ginseng rojo para apoyar la salud pulmonar podría estar en su capacidad antiviral y de refuerzo del sistema inmunológico.

El ginseng rojo es un antiviral potente. Las investigaciones indican que podría proteger contra el virus sincitial respiratorio, llamado comúnmente RSV, y el virus de la influenza A, al ayudar a estimular el sistema inmunológico y reducir la inflamación pulmonar asociada con estos virus.

El ginseng rojo, junto con la vitamina C, ha demostrado ser muy eficaz en la reducción de la inflamación pulmonar y el aumento de la actividad del sistema inmunológico, concretamente las células inmunes especializadas llamadas células asesinas naturales, para combatir las infecciones causadas por la influenza.

Además, los estudios indican que el ginseng rojo es un adaptógeno potente. Los adaptógenos son sustancias especiales, como las hierbas, que pueden ayudar al cuerpo a mejorar su resistencia a distintos tipos de estrés, ya sea interno, como el estrés económico o familiar, o externo, como los virus.

Aunque no hay una cantidad estándar recomendada de ginsengrojo, la dosis varía generalmente entre 200 y 600 mg o más para favorecer una salud pulmonar óptima.

El ginseng rojo podría ser eficaz, no solo como antiviral sino también como antiinflamatorio. Las investigaciones que demuestran que podría ayudar a la salud pulmonar, sobre todo contra las enfermedades infecciosas, son prometedoras.

‌‌Cordyceps y la resistencia pulmonar

Los cordyceps pertenecen a una familia de hongos que contiene más de 400 especies distintas. El hongo cordyceps, siendo el Cordyceps sinensis uno de los más conocidos y estudiados, se ha utilizado durante miles de años en la antigua medicina china. Los antiguos chinos utilizaban los cordyceps casi como una panacea, empleándolos para todo, desde la curación de enfermedades del hígado, el corazón y los riñones hasta la promoción de la longevidad y la mejora de la salud en general.

Los cordyceps también podrían tener una larga tradición de apoyo y promoción de la salud pulmonar en la medicina china. Esta antigua asociación queda demostrada ahora gracias a las investigaciones científicas modernas.

Por ejemplo, los estudios sobre los cordyceps y las personas que padecen asma indican que los cordyceps podrían contribuir a mejorar la calidad de vida de quienes padecen asma persistente de moderada a grave. Un estudio reveló que quienes recibieron cordyceps durante 3 meses no solo presentaron una mayor calidad de vida que el grupo de control, sino que también presentaron menores niveles de inflamación, según las mediciones de marcadores como la IgE, en su suero.

Los cordyceps no solo podrían mejorar la vida de quienes padecen asma. En otro estudio se demostró que las personas con EPOC se beneficiaron de la administración de suplementos a base de este hongo. El consumo de cordyceps no solo ayudó a mejorar la función pulmonar, sino que también ayudó a mejorar la resistencia al ejercicio; los síntomas de EPOC como la falta de aliento, la tos crónica y la fatiga; y la calidad de vida en general de quienes conviven con EPOC.

Aunque no existe una dosis estándar recomendada para los cordyceps, la dosis puede variar entre 1000 mg y 3000 mg para mejorar la salud pulmonar. Si esta dosis parece un poco inalcanzable con el solo hongo en estado natural, siempre se puede consumir un suplemento de cordyceps de alta calidad, en cápsulas o en polvo.

No se puede pasar por alto la importancia de tener un sistema respiratorio que funcione óptimamente y unos pulmones sanos. Por suerte, podría mejorar su salud pulmonar de forma natural con vitamina A, vitamina C, ginseng rojo y cordyceps.

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